domingo, 24 de marzo de 2013

Tú eres eso

Tú eres tus manías y tus bolis de colores, tú eres ese trozo de folio pintarrajeado, ese cuadro abstracto de tu amor al orden.
Tú eres esa cara que pones cuando bajas del bus después de muchos días sin vernos, cuando la sonrisa te inunda y me miras directamente a los ojos.
Tú eres tus manos cuando tocas la guitarras, tus dedos largos que crean magia.
Tú eres 192 lunares surcando el mapa de tu cuerpo, y mis yemas perdiéndose en las constelaciones que nacen al unirlos.
Tú eres la rabia que solo se desborda al volante, la evitación del grito y la guerra. Tú eres la calma y la paciencia, la tregua de mis batallas.
Tú eres cientos de canciones, eres el hueco que encaja en mis recovecos, el verdugo que asesina a mi desvelo.
Tú eres tus bailes inventados, tu ingenio y tus idiomas imaginarios.
Tú eres tus lágrimas sin vergüenza, tu mirada de niño y tu voz de hombre.
Tú eres tus vaqueros desgastados y tu púa de papel guardada en una sudadera vieja. Eres tus recuerdos y tus dos habitaciones forradas de recortes de tus días.
Tú eres el silencio cuando exploto y la voz que se alza cuando hay que luchar.
Tú eres la distancia que papilta en mi lecho, el reencuentro que anhelan mis brazos.
Tú eres el domador de mis tormentas, el que se deshizo de mi inútil adicción a los abrazos de desconocidos.
Tú eres la toalla que empapa el océano de mis manos.
Tú eres cobijo y sudor, eres un suave ardor.
Tú eres un beso rojo.
Eres tu olor, tu color, tu sabor.
Tú eres, sin proponértelo, el dueño de muchas carcajadas.
Tú eres, sin serlo todo, lo más contrario a nada.


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