domingo, 15 de junio de 2014

Esta resaca no está provocada por la mierda que le metí anoche al cuerpo.
Esta resaca
viene de la mierda que ya llevaba dentro.

Mi memoria es una niña caprichosa:
a algunas frases las ignora,
y no le duran en el recuerdo ni medio suspiro,
pero otras se le clavan como tornillos.
¿Y qué hay de las palabras que esperas y nunca llegan?
¡Esas sí que no se olvidan!

Hice como que no escuchaba pero lo oí.
Me hubiera gustado que me diera igual.
Me hubiera gustado que no lo dijeras.

Te lo he pedido de mil maneras distintas,
pero hay veces que no hablamos el mismo idioma,
y a mí no me gusta suplicar migajas.

*No me pidas que te espere, porque siempre que espero estoy persiguiendo..*

Me fui al cuarto de baño a esconderme.
Para que nadie me viera.
Para no molestar.
Y nadie se percató de mi ausencia.
Me da vergüenza contarlo,
así lo que tengo que escribir.

*He aprendido, de estar solo, a llorar sin molestar*

Temo el día en que todo explote.
Todo está tan tan frío que quema.

Me quiero desintoxicar.
Pero no quiero perderte.

Hay un punto al que no podemos retornar.
No se puede volver donde nunca se ha estado.

Me quiero proteger.
Pero no quiero aislarme.

Todo están tan ardiendo... que hiela.





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