domingo, 28 de octubre de 2012

Todo arde si le aplicas la chispa adecuada


>>Luego, agregó:
-Ve y mira nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Volverás para decirme adíós y te regalaré un secreto. 
El principito se fue a ver nuevamente a las rosas: 
-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún-les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era má que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.
Y las rosas se sintieron bien molestas. 
-Sois bellas, pero estáis vacías-les dijo todavía-. No se puede morir por vosotras. Sin duda que un transeúnte común creerá que mi rosa se os parece. Pero ella sola es más importante que todas vosotras, puesto que ella es la rosa a quien he regado. Puesto que ella es la rosa a quien puse bajo un globo. Puesto que ella es la rosa a quien abrigué con el biombo. Puesto que ella es la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres que se hicieron mariposas). Puesto que ella es la rosa a quien escuché quejarse, o alabarse, o aun, algunas veces, callarse. Puesto que ella es mi rosa. 
Y volvió hacia el zorro: 
-Adiós-dijo.
-Adiós-dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
-Lo esencial es invisible a los ojos-repitió el principito a fin de acordarse.
-El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa...-dijo el principito, a fin de acordarse.
-Los hombre han olvidado esta verdad-dijo el zorro-. Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
-Soy responsable de mi rosa...-repitió el principito, a fin de acordarse.<<

Antoine de Saint-Exupéry

"El principito"

sábado, 20 de octubre de 2012

Aunque tú, ni nadie, lo sepa

Nadie
nunca
sabrá.

La tormenta que hay detrás de mis ojos.
Mis esfuerzos, mi disfraz.
Las risas empujadas, la humedad en aseos con pestillo echado.
La batalle que arde.

Lo que me cuesta que nadie,
nunca,
sepa.

La muchacha salvaje..
..no murió.

Solo estaba escondida, esperando este momento.
Las dudas germinando, el huracán arrasando.

Si tu magia ya no me hace efecto.. ¿cómo voy a continuar? 
Si me sueltas entre tanto viento.. ¿cómo voy a continuar?

Y todo lo que consigo, es que nadie entienda que..
..a la sombra de una mentira, moriré. 

domingo, 7 de octubre de 2012

Ese azul no va a volver

Me acuerdo.
Y ahora más que nunca.

Qué injusto es esto. Qué rabia, qué impotencia.

Recuerdo el verano en que nuestros días se entrelazaron.
Las películas que me enseñaste. Días Azules.
Los mensajes al móvil. Me escribiste que habías visto un gatico que te recordó a mí, por los ojos grandes, azules.

Los dos vagábamos ese verano. Estábamos perdidos y buscábamos refugio. No habíamos olvidado, y añorábamos cómo era dormir abrazado a otra persona.
Dormir, sencillamente.
Me acuerdo de esa noche. Yo llevaba el vestido morado.
Fue dulcemente extraño. Incómodo pero cálido.

Después tú seguiste tu camino, y yo el mío.

Pero me acuerdo de esos días azules de verano, en los que nuestras palabras se enredaron.

Y ahora.. Qué rabia.
Qué inmensa y desbordante pena.

¿Dónde están los días y ese azul?
Di un lugar donde estés tú..
El azar nos va empujando hasta el final...