domingo, 20 de julio de 2014

Me iré,
y al despedirme
gritaré despechada
¡ahí os dejo,
apañáoslas sin mi!
Demostraré
que yo también puedo marcharme,
que no voy a estar siempre aquí.
Y, al mismo tiempo, sé
que lloraré como una niña
cuando me de cuenta
de que el mundo seguirá girando
cuando yo no esté,
que no hago tanta falta,
que yo tampoco
soy imprescindible.