lunes, 25 de noviembre de 2013

El niño de la sonrisa resplandeciente

Quizá no te gustan los niños porque te recuerdan que ya no lo eres. O tal vez porque ellos tienen la potestad de hacer todas esas cosas que tú haces metido en tu cuerpo de hombre.
Pero tú disfrutas con los dibujos animados como un enano, y aún no te sale la barba como a un mayor. Tú juegas siempre que quieres, tú ríes y haces reír con tu espontaneidad y tu ingenio. Te peleas con otros niños, ¡pero de mentira! Tú eres generoso y compartes cada centímetro de lo que tienes, por dentro y por fuera. Cuidas a las personas que te rodean como si fueran tesoros, casi sin esfuerzo, porque te sale solo. Se te nota en tu letra y en tu despreocupación, en cada libro que te sumerges y en el país de las maravillas en el que vives. En las travesuras y en las locuras que inventas, en tu imaginación ilimitada, en la diversión sin fin que creas a tu alrededor. En que estás construyendo tus sueños, paso a paso, paciente, disfrutando del camino, haciéndote cada vez más grande...

Hoy eres un chiquillo que cumple 25 años como 25 lunas.

Y mañana... ¡mañana serás lo que quieras ser!

A lo mejor aún no te pagan por ello, pero para mí (y para muchos más) ya das VOZ a nuestras vidas.

Y acuérdate... ¡que somos los inmortales!

¡Felices 25!

*Prohibido crecer demasiado...*




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