martes, 28 de abril de 2015

Me arrepiento

Me arrepiento de haberte llamado,
de haber insistido,
de haberte regalado palabras
que no esperabas
aunque necesitaras,
que no merecías
aunque te hacían falta.
Lamento haber creído
que si das
tarde o temprano recibirás,
que si domesticaba a mi impaciencia
y te esperaba
obtendría alguna recompensa.

Siento no haber sabido callar.
Porque a veces lo más valiente
es el silencio,
y cuando se trata de no hablar,
a cobardía no hay quien me gane.

Me arrepiento de haber regado mis esperanzas,
cuando el agua que me dabas
estaba llena de cucarachas,
de no haber escuchado las advertencias
y de haberlas oído
y aún así haber continuado.

Me lamento por mi orgullo esquivo,
por mi dignidad borracha,
y mis manos inquietas.
Por llenarme los dientes de buenos consejos
y regalarlos a mi alrededor
y no quedarme con ninguno.
Por entender lo que mis ojos querían leer,
cuando el mensaje no podía ser más claro.

Siento haberte despertado
cuando la tristeza venía a visitarme
teniendo tantas mantas para taparme
y sabiendo que en ti solo encontraría frío.

Pero de lo que más me arrepiento es de que,
en realidad,
de nada me arrepiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario