lunes, 2 de mayo de 2011

Coge una frol..

Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere...

Arranca todas las flores del mundo. No importa cuántas. No servirá de nada. No serás feliz si tu bienestar depende de los demás. Quizá resulte duro refutar lo que te han intentado inclucar toda tu vida, sobre todo si eres mujer. Pero sí, hay mundo más allá, hay algo más importante que ser amado.

Olvida las canciones, echa a la basura los consejos, lo racional, lo que hay que hacer. Sé fuerte, pero llora si tienes que llorar, patalea si te da gana, si con ello logras aprender algo, nunca para regodearte. Revolcarse en la mierda sólo sirve para enfangarte más.

Permítete estar triste, o cabreado, pero también alegre, desenfrenado. Siente las cosas como te vengan, pero luego no te sientas culpable por ello. No te eches la bronca por ser humano, porque te duelan las heridas, las balas directas al corazón.

Escucha. Todo, todo, todo depende de uno mismo. De cómo lo afrontes, de cómo lo veas. Del cristal de tus lentes, del color de tus ojos. Replantea tu perspectiva, cambia de gafas, córtate el pelo, si ves que no va bien. No le tengas miedo al cambio,sobre todo si ya no puede ir peor. Todo parece pasar por algo.

Tiempo, tiempo. Siempre el tiempo. Él lo arregla todo, pone las cosas en su sitio. No lo maldigas si no transcurre con la rapidez que desearías.

Maldice al mundo y a la suerte si te hace sentir mejor. Pronto te darás cuenta de que es inútil: nadie es víctima de sus circunstancias.


Si algo he aprendido de las lágrimas a solas y en silencio es todo ésto. Hablo con la sabiduría que me da el fracaso. Y que nadie es imprescindible. Esto desearía no haber tenido que aprenderlo.

Coge una flor. Reformula la pregunta. Date cuenta de lo que importa de veras. Quizá entonces la respuesta logre satisfacerte, quizá entonces te sea útil.

Me quiero, no me quiero, me quiero, no me quiero...

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